En 1967, usando solo sus iniciales, una Kathrine Switzer de 22 años se inscribió a la famosa maratón de Boston sin saber que a las mujeres no se las permitía correr. Cuando el director de carrera la vio llevando un dorsal oficial. Entró en cólera y atacó a Kathrine, intentandole quitar su dorsal y echarla de la carrera. Gracias a su novio quien empujó al oficial fuera de recorrido, Kathrine mantuvo su dorsal y con coraje terminó la carrera. Su dorsal era el 261.
El reto definitivo es la Maratón, 42,2 Kilómetros de concentración y determinación. Cuando una mujer ha corrido una Maratón, sabe que es capaz de todo, esa es la razón por la que hemos creado 261W, para dar a todas las mujeres del mundo la oportunidad de vivir una experiencia diseñada especialmente para ellas: desafiante pero amistosa, dura pero femenina, accesible pero insólita. Con el paso de los años, la historia de "261" ha pasado a representar valentía y determinación hacia el reto reflejando la dificultad de superar todos aquellos que nos vamos encontrando en la vida. Cada vez más mujeres alrededor del mundo se han sumado a correr, encontrado retos y recompensas que experimentar para hacerse más fuertes y valientes. Porque "¡Nosotras sabemos de retos!".